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Ambientación
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Desde que tenemos memoria ha sido así, la historia ha repetido sus eventualidades una y otra vez, y una y otra vez fuimos utilizados como herramientas por las grandes naciones para satisfacer sus intereses políticos y económicos. Los enfrentamientos bélicos y económicos fueron moneda corriente, crecimos y vivimos con ellos hasta que un día se nos olvidó lo que era sentir tranquilidad, lo que era soñar con un mundo pacífico y armonioso, donde todos pudiéramos ser amigos y camaradas de oficio. Las cartas de amor de las doncellas jóvenes nunca llegaron a sus prometidos, nunca pudieron satisfacer su capricho juvenil por la barrera existente tras reinos en guerra.
Más un día todo terminó. O eso creímos, eso pensábamos. Las sombras tras las aldeas ocultas decidieron poner un fin a todo, atentaron contra los propios intereses de sus naciones con la finalidad de que ya no corriera más sangre inocente, de que los verdes páramos en algún rincón del mundo, ya no se tiñeran de rojo carmesí. Y funcionó. De esos Kages, podemos destacar a Shigeru Senju, Shodaime Hokage; a Miu Kawakita, Shodaime Mizukage; a Keisuke Yotsuki, Shodaime Raikage; y a Yukiko Yamanaka, Shodaime Kazekage.
Entre todos ellos siempre existió un fantasma. Su nombre, nunca fue tomado en cuenta. Su aldea, nunca estuvo en los intereses de nadie. Mientras Konohagakure no Sato bloqueaba las fronteras con Sunagakure y condicionaba su economía; a la vez que mantenía conflictos armados con Kirigakure, gracias a que eran apoyados por Kumogakure, una de ellas permaneció en el anonimato. La aldea escondida entre las rocas, quienes eran… Nunca mantuvieron comunicación con nadie, ni tenían tratados con nadie, nadie supo nada de ellos porque habían intereses más importantes en juego. Mientras continuaran siendo neutrales, no importaban, no se los necesitaba, no se los veía.
Fantasmas. Pero un día esos fantasmas se hicieron visibles, un día cuando la paz reinaba en la tierra y todos parecíamos haber olvidado aquellos días en donde en cada momento tu vida peligraba. Y se hicieron visibles, como fantasmas en la noche, para atemorizarnos una vez más y rememorar nuestros peores miedos, para hacernos vivir en carne propia otra vez, nuestras peores pesadillas. Como fantasmas atacaron, porque nadie los vio, no lo vimos venir… Atacaron y todo quedó reducido a polvo. Konoha se vio devastada en menos de un segundo, sus edificaciones volaron por los aires y Shigeru Senju, pereció… El hombre al que la villa consideraba el más poderoso, murió como si aplastaran a una hormiga. Pero no solo Konohagakure sufriió, todos sufrieron, y sufrimos. Las cuatro sombras que un día sembraron el temor en el mundo, las que también dijeron ya no más a la guerra, ahora yacen muertas bajo suelos destruidos.
¿Que era ese poder que podía aplastarnos desde tanta distancia, sin poder verlos, y sin poder hacer nada? ¿Era un castigo divino? Quizás el destino nos está devolviendo el sufrimiento y el dolor que nosotros sembramos en antaño, masacrando, torturando, sentenciando la pobreza de una población, decidiendo por sobre el destino ajeno. ¿Nos los tenemos merecido? Sí, seguro que sí. Sólo sabemos que fueron ellos, los fantasmas.
Nuevas esperanzas tomaron el control, jóvenes Kages que asumieron el poder en las condiciones más desfavorables, enfrentando a un enemigo capaz de aniquilarte de un momento a otro, y del que no se sabe absolutamente nada. Pero no tenemos confianza, no tenemos seguridad. El orden se ha restablecido, pero vivimos atemorizados, no dormimos, comemos en familia porque puede que sea la última vez que lo hagamos, estamos esperando la muerte con las puertas abiertas… Pero cuando todo parecía desesperanzado, una voz resonó en las mentes de aquellas nuevas promesas, como la iluminación que viene luego de la evolución.
“Un día fuimos nosotros quienes sembraron el terror en la tierra, ¿significa entonces que este es nuestro castigo? Por supuesto que no, nuestros antepasados actuaron con el noble fin de mejorar nuestras tierras, nuestros países, de brindarnos vidas prósperas, de ser los mejores y vivir como los mejores. Su sana avaricia y codicia no la podemos condenar con esta masacre. Somos débiles frente a estos fantasmas, pero todos compartimos el mismo destino y sufrimos el mismo dolor… Solos no podemos hacer nada, pero juntos somos invencibles. Es hora de volver a levantar nuestras armas y volver a luchar, ahora será una lucha por la paz y la libertad, para no caer en manos de un tirano”
¿De qué lado estarás? ¿De la "lucha por la libertad"? ¿De la "venganza por el ayer"? La decisión es tuya... Pero pronto descubrirás la verdad.
Más un día todo terminó. O eso creímos, eso pensábamos. Las sombras tras las aldeas ocultas decidieron poner un fin a todo, atentaron contra los propios intereses de sus naciones con la finalidad de que ya no corriera más sangre inocente, de que los verdes páramos en algún rincón del mundo, ya no se tiñeran de rojo carmesí. Y funcionó. De esos Kages, podemos destacar a Shigeru Senju, Shodaime Hokage; a Miu Kawakita, Shodaime Mizukage; a Keisuke Yotsuki, Shodaime Raikage; y a Yukiko Yamanaka, Shodaime Kazekage.
Entre todos ellos siempre existió un fantasma. Su nombre, nunca fue tomado en cuenta. Su aldea, nunca estuvo en los intereses de nadie. Mientras Konohagakure no Sato bloqueaba las fronteras con Sunagakure y condicionaba su economía; a la vez que mantenía conflictos armados con Kirigakure, gracias a que eran apoyados por Kumogakure, una de ellas permaneció en el anonimato. La aldea escondida entre las rocas, quienes eran… Nunca mantuvieron comunicación con nadie, ni tenían tratados con nadie, nadie supo nada de ellos porque habían intereses más importantes en juego. Mientras continuaran siendo neutrales, no importaban, no se los necesitaba, no se los veía.
Fantasmas. Pero un día esos fantasmas se hicieron visibles, un día cuando la paz reinaba en la tierra y todos parecíamos haber olvidado aquellos días en donde en cada momento tu vida peligraba. Y se hicieron visibles, como fantasmas en la noche, para atemorizarnos una vez más y rememorar nuestros peores miedos, para hacernos vivir en carne propia otra vez, nuestras peores pesadillas. Como fantasmas atacaron, porque nadie los vio, no lo vimos venir… Atacaron y todo quedó reducido a polvo. Konoha se vio devastada en menos de un segundo, sus edificaciones volaron por los aires y Shigeru Senju, pereció… El hombre al que la villa consideraba el más poderoso, murió como si aplastaran a una hormiga. Pero no solo Konohagakure sufriió, todos sufrieron, y sufrimos. Las cuatro sombras que un día sembraron el temor en el mundo, las que también dijeron ya no más a la guerra, ahora yacen muertas bajo suelos destruidos.
¿Que era ese poder que podía aplastarnos desde tanta distancia, sin poder verlos, y sin poder hacer nada? ¿Era un castigo divino? Quizás el destino nos está devolviendo el sufrimiento y el dolor que nosotros sembramos en antaño, masacrando, torturando, sentenciando la pobreza de una población, decidiendo por sobre el destino ajeno. ¿Nos los tenemos merecido? Sí, seguro que sí. Sólo sabemos que fueron ellos, los fantasmas.
Nuevas esperanzas tomaron el control, jóvenes Kages que asumieron el poder en las condiciones más desfavorables, enfrentando a un enemigo capaz de aniquilarte de un momento a otro, y del que no se sabe absolutamente nada. Pero no tenemos confianza, no tenemos seguridad. El orden se ha restablecido, pero vivimos atemorizados, no dormimos, comemos en familia porque puede que sea la última vez que lo hagamos, estamos esperando la muerte con las puertas abiertas… Pero cuando todo parecía desesperanzado, una voz resonó en las mentes de aquellas nuevas promesas, como la iluminación que viene luego de la evolución.
“Un día fuimos nosotros quienes sembraron el terror en la tierra, ¿significa entonces que este es nuestro castigo? Por supuesto que no, nuestros antepasados actuaron con el noble fin de mejorar nuestras tierras, nuestros países, de brindarnos vidas prósperas, de ser los mejores y vivir como los mejores. Su sana avaricia y codicia no la podemos condenar con esta masacre. Somos débiles frente a estos fantasmas, pero todos compartimos el mismo destino y sufrimos el mismo dolor… Solos no podemos hacer nada, pero juntos somos invencibles. Es hora de volver a levantar nuestras armas y volver a luchar, ahora será una lucha por la paz y la libertad, para no caer en manos de un tirano”
¿De qué lado estarás? ¿De la "lucha por la libertad"? ¿De la "venganza por el ayer"? La decisión es tuya... Pero pronto descubrirás la verdad.
Fuerza Shinobi
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Lun Abr 20, 2020 9:02 pm por Fuerza Shinobi
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Miér Abr 01, 2020 7:36 pm por Fuerza Shinobi